Autor: Antonio Pampliega
Editorial: Ediciones Península
Año: 2017
Páginas: 240
Género: Crónica
Sinopsis: En este libro por primera vez un periodista español narra un secuestro en Siria. Sin nadie con quien compartir la angustia de la situación, Antonio Pampliega trató en esos meses de mantener viva la esperanza escribiendo -y memorizando- un diario en el que reza día y noche porque sus compañeros sigan con vida y por salir algún día de su encierro. Trata de dar voz a los que como él, han podido contarlo. Y también a los que no.
Citas:
-"Ese mal nacido disfruta al verme sufrir, al observar a un occidental vejado y sometido a su magnanimidad. Él, que tiene en sus manos el poder de aliviar mi castigo, no muestra intención alguna de apiadarse de mí."
-"Creo que yo seré el primero en ser vendido o ejecutado. No sé exactamente qué futuro me tienen preparado mis secuestradores. La posibilidad de no volver a ver a mi familia me reconcome por dentro."
-"Piensan que soy espía y que trabajo para el Gobierno. No sé si saldré de aquí con vida. He perdido la esperanza, o, mejor dicho, me la han robado. Lo mismo que la felicidad, la alegría, la ilusión, la sonrisa... ¡Hace tanto tiempo que no sonrío! Me miro en el plato de latón que tengo para comer y que uso como espejo. No me reconozco. Las arrugas, las ojeras, el pelo y la barba largos y, sobre todo, la tristeza que desprendo. Antonio no es este ser pusilánime. ¿Qué has hecho conmigo? ¿Por qué me haces esto a mí?."
-"No aguanto más. No soporto más golpes, más amenazas de muerte, insultos, interrogatorios ni risas a mi costa. No puedo con este sadismo. Me han convertido en un perro al que sacan dos veces al día a pasear. Abren la puerta, si se acuerdan, sólo para que pueda ir al baño o para darme de comer. Y cuando consideran que hago algo mal, me pegan para "educarme". A veces lo hacen simplemente por diversión."
-"Lloro como un niño. Quiero que terminen con todo esto de una puta vez. ¡Qué me dejen en paz! Si me van a matar, que lo hagan lo antes posible, que sea rápido y, sobre todo, que no me duela. Tengo miedo. Mucho. Muchísimo miedo."
-"Soy muy supersticioso. Siempre trabajo con el mismo reloj, y con el mismo número de pulseras en la mano derecha, colocadas en el mismo orden."
-"A este sirio, huido de la guerra que asola su país, le parece divertido, alocado o estúpido que tres occidentales quieran entrar en un lugar al que él no regresaría. ¿Nos tomará por imbéciles? ¿Por locos? ¿Por mentirosos? Se recuesta sobre su asiento y no vuelve a dirigirnos la palabra durante el resto del trayecto."
-"Sé que viajo a un lugar del que todo el mundo huye, pero aún quiero contar lo que aquí sucede para intentar que alguien empatice con el sufrimiento de este pueblo."
-"Desde marzo de 2015 las fronteras entre Siria y Turquía están cerradas a cal y canto. Sólo hay una forma de cruzar: ilegalmente. Eso significa correr con la esperanza de que no te pillen, no te disparen y no pises una mina antipersona."
-"En un lugar como este no puedes, o al menos no debes, fiarte de nadie. Por un puñado de dólares, son capaces de vender a su propia madre."
-"¿Por qué siempre combaten por la noche? ¿Es más fácil matar cuando no ves lo que tienes enfrente?."
-"Los sirios son muy conservadores. Ningún hombre que no sea de su familia puede ver a su mujer. Ni siquiera sus propios amigos."
-"La tolerancia no es precisamente lo que define a los radicales islámicos."
-"En situaciones de peligro uno siempre tiende a encomendarse a Dios, se llame como se llame, por si las moscas."
-"Los musulmanes no pueden mostrar el torso desnudo."
-"Creo que no hay mayor castigo que no poder hablar con otro ser humano."
-"Dependiendo de mi estado de ánimo, encajo los golpes mejor o peor. Después de cinco días de recibir hostias sin parar, uno se acaba acostumbrando."
-"Me lo han quitado todo: las ilusiones, los sueños, la esperanza, pero aún conservo la dignidad. No, no les iba a dar el gusto de suplicar por mi vida."
-"¡Hay tantas y tantas cosas que tengo que decirte! Y lo pienso ahora, cuando tal vez nunca llegue a decírtelas. ¡Qué lástima que haya que verse en una situación extrema para reparar en estas cosas!."
-"Le he dado un abrazo a uno de los hijos de puta que me tienen secuestrado. ¡Me ha salido así! ¡Lo necesitaba! ¡Necesitaba un abrazo!."
-"Siempre huyendo, siempre tratando de escapar. ¿Seré capaz algún día de afrontar mis problemas y de plantarles cara?."
-"Sentirse solo es una mierda; debería estar prohibido."
-"Alguien me dijo una vez que en una guerra no solo se muere, también se vive."
-"Todo comenzó con un último e-mail y terminó con una primera llamada. Arrancó con un despegue desde Barajas un día soleado y concluyó con un aterrizaje en Torrejón una mañana de intensa lluvia. Entre medias, casi un año."
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