jueves, 23 de marzo de 2017

Caballo de Troya 2: Masada



Autor:  J. J. Benítez

Editorial: Círculo de Lectores

Año: 1986

Páginas: 447

Género: Ciencia Ficción

Sinopsis: Tras la apasionante aventura vivida en tiempos de Jesús, nuestro viajero regresa a su tiempo, pero un pequeño imprevisto le hará volver a la Palestina del año 30 de nuestra era y le permitirá asistir a las misteriosas apariciones de Jesús a sus discípulos tras su Resurrección, así como investigar ciertos aspectos de las mismas llegando a conclusiones sorprendentes...
¿Sabía usted, por ejemplo, que en la llamada última cena muchas de las palabras del Galileo fueron manipuladas e ignoradas por los sucesores de san Pedro? ¿Sabía que las apariciones del Maestro después de su resurrección fueron más numerosas que las relatadas por los Evangelios? ¿Imaginaba usted que María, la madre del Hijo del Hombre, habría sido calificada hoy como nacionalista?.

Citas:

-"La señora Meir, con su fuerte personalidad, había desarrollado un estilo propio y muy peculiar de Gobierno, pasando por alto en infinidad de ocasiones la mecánica burocrática e institucional. Ella prefería trabajar en estrecha colaboración con sus allegados, formando un sistema ad-hoc que se hizo célebre y que denominaban  "la cocina de Golda".

-"Una de las costumbres más extendidas entre las personas que visitan el muro de las Lamentaciones: escribir en un papel alguna oración o deseo particular y, tras doblarlo, introducirlo en alguna de las ranuras existentes entre los gran des sillares de piedra. La tradición popular asegura que tales peticiones siempre se cumplen. Antaño, incluso, cuando los israelitas estaban a punto de iniciar un viaje, depositaban un clavo de hierro entre las grietas del muro occidental, en señal de apego a su patria".

-"Al igual que sucediera con Anás y los restantes sacerdotes -propietarios del negocio de los intermediarios en el atrio del Templo-, ahora, dos mil años después, los que se dicen sacerdotes o religiosos al servicio del Hijo de Dios siguen consintiendo o participando en transacciones comerciales, que nada tienen que ver con lo que Él deseaba y pretendía".

-"Los cristianos, lejos de practicar las enseñanzas o la religión "de" Jesús, cayeron desde los primeros tiempos en lo que, justamente, no deseaba el Maestro: una religión, una forma de ser y unos ritos "a propósito" de Jesús".

-"Dios es tan liberal que permite, incluso, que te equivoques".

-"¿No hubiera sido más emotivo y auténtico conservar, tal cual eran, los lugares donde creció el Cristo, sin iglesias ni santuarios?".

-"Así llaman a los nacidos en Israel. Sabra es el nombre del fruto de la chumbera, muy abundante en aquel país. Al igual que los sabras -repletos de puyas en su exterior, pero dulces en su interior- los israelíes, a primera vista, son duros. Cuando se les conoce resultan amables y agradables como el fruto de la chumbera".

-"Masada ha sido y sigue siendo todo un símbolo para el pueblo de Israel. Un monumento al heroísmo y a los hombres que prefieren la muerte a la falta de honor y libertad".

-"El mundo tiene derecho a saber cómo y hasta qué extremos es manipulado secretamente por las grandes potencias. Somos ignorantes de lo que se cuece en los despachos de los políticos y de los militares. Y lo peor es que muchas de esas maniobras y "operaciones" confidenciales han llevado y seguirán llevando a la muerte, a la ruina y al caos a millones de inocentes".

-"Hay momentos en la vida de todo ser humano en los que un ideal puede y debe primar por encima, incluso, de los intereses individuales o personales".

-"El Maestro no era muy amante de las iniciativas "gratuitas". Todos sus actos y palabras tuvieron siempre una razón de ser".

-"Recordad: es lealtad lo que yo pido. No sacrificio".

-"La amistad trasciende el significado del deber y el servicio de un amigo hacia otro jamás debe calificarse como sacrificio".

-"Las cosas casi siempre son más sencillas de lo que creemos".

-"Debes aprender que incluso la expresión de un buen pensamiento tiene que ser modulada de acuerdo con el nivel intelectual y el desarrollo espiritual del que escucha. La sinceridad es más útil en las tareas del reino cuando se casa con la discreción".

-"Era más lógico que, bajo el simbolismo del pan y del vino, hablara a sus discípulos de una simple cena de recuerdo. Ésta pudo ser su verdadera intención: que supiéramos y tuviéramos conciencia de que, cada vez que se reúnen los creyentes, Él está presente. Pero lo está siempre, sin necesidad de "fórmulas mágicas o matemáticas" que, en definitiva, constituyen hoy la Eucaristía".

-"Buena parte de la sangre que corría en los patios del Templo durante los sacrificios rituales de animales era aprovechada por la casta sacerdotal, siendo vendida a los agricultores. La explanada de dicho Santuario, perfectamente enlosada y en declive, había sido acondicionada con una red de canalillos que recogía los miles de litros de sangre de bueyes, corderos, etc., almacenándolos en cisternas subterráneas. La sangre sobrante se perdía en la torrentera del Cedrón, sabiamente conducida por un canal de desagüe".

-"Los jefes del Templo gozaban de una gran consideración. Además de la supervisión del culto administraban todo lo concerniente a la seguridad y trabajo policiales desempeñados por los levitas. En el año 66, por ejemplo, Eleazar llegó a ordenar la supresión del sacrificio en honor al emperador romano. Aquello fue casi una declaración oficial de guerra contra Roma. Fue el comienzo de la insurrección".

-"La piedra circular que cierra la tumba y las piedras de apoyo propagan impureza por contacto y bajo la tienda, aunque no por transporte".

-"Si una persona toca un muerto y luego a unos objetos, éstos devienen impuros. Si proyecta su sombra sobre un muerto y luego proyecta su sombra sobre unos objetos, éstos permanecen puros. Pero si su mano tiene una extensión de un palmo cuadrado, los objetos devienen impuros".

-"En aquellas fechas la población estimada que residía habitualmente en Jerusalén era de unos 25000 a 30000 individuos. El total de sacerdotes y levitas era de unos 18000 y los esenios contaban con unos 4000 miembros".

-"Las comunidades fariseas o haburot y los igualmente "separados" asenios partían de un tronco común, y puede ser útil distinguir a unos fariseos de otros. Desgraciadamente, el mundo moderno los ha metido a todos en la misma olla. Y no es justo. Hubo fariseos que defendieron a Jesús, que se distinguieron y enorgullecieron por su amistad con el Galileo y que, incluso, como en el caso de algunos de los diecinueve sanedritas, no dudaron en dimitir del Consejo cuando observaron las irregularidades de Caifás en el proceso seguido contra el MAestro".

-"Para ciertos sectores de la Palestina del tiempo de Cristo, además de la pureza de origen, existía otra realidad de gran peso social: los llamados oficios o profesiones despreciables, que rebajaban de forma más o menos inexorable a quienes los ejecutaban. Oficialmente a los pastores les estaba prohibida la venta de lana, leche o cabritos. (Se suponía que podían ser productos robados a los legítimos dueños de los rebaños o a otros pastores.) Pero, en general, el pueblo liso y llano convivía encantado con estos artesanos, solicitando sus servicios cuando lo creía oportuno".

-"La mentira es el único arte de los mediocres y el refugio de los viles. Y aunque sea astuta, siempre termina por romperse una pierna".

-"Para un judío medianamente piadoso, dejar de alabar al Señor era poco menos que estar reducido a la nada".

-"Las creencias de los hebreos sobre la muerte -tan ricas en otros aspectos materiales y espirituales- eran muy parcas. La Ley no se pronunciaba con claridad. Dejaba libre elección a cada secta. Cada cual podía creer o no creer en ella. Así, por ejemplo, la casta de los saduceos se negaba en redondo a aceptar la resurrección de los cuerpos. "No está en el Pentateuco", esgrimían en sus agrias y continuas polémicas con sus directos contrincantes: los fariseos. Y los samaritanos apoyaban este argumento. En cuanto al pueblo llano, como siempre, prefería consolarse con la poética posibilidad de un "más allá" más complaciente que su dura existencia. Algunos maestros o rabíes se habían preocupado de predicar esta esperanza".

-"A las ocho horas del óbito, una vez lavado y untado con perfumes, el cadáver solía abandonar el lugar donde se había registrado el fallecimiento, siendo trasladado -en general en angarillas de féretro abierto- a la sepultura. Concluida la ceremonia de conducción, la costumbre obligaba a los parientes a reunirse en el "pan de duelos", que venía a ser una comida fúnebre que la familia del muerto obsequiaba a parientes y amigos. Podía beberse, pero con moderación. A continuación, los que no habían podido asistir a las exequias, hacían las obligadas visitas de condolencia. El tratado Baba bathra (Talmud) decía que, en este caso, debían levantarse siete veces de sus asientos, saludando a la familia otras tantas veces".

-"Las filacterias -traducción griega de los tefilín- eran y son unos estuches negros cuadrados, de pequeñas dimensiones, fabricados con pieles de animales puros. En su interior se introducían pasajes del Éxodo y del Deuteronomio, escritos en pergaminos y que se amarraban en la frente y en la palma de la mano a base de correas igualmente negras".

-"En el derecho judío, un matrimonio constaba de dos "momentos" o fases bien diferenciadas y estrechamente ligadas: los esponsales y el casamiento o "bodas". Cuando dos jóvenes decidían unirse para toda la vida entraban en el primer estadio. En realidad se les consideraba ya como esposos, sin embargo, la definitiva unión, tal y como fija el Deuteronomio, solo se producía cuando el novio "tomaba a la esposa de su casa". A pesar de ello, los esponsales no pueden juzgarse como un simple "noviazgo". Llevaba en sí mismo el sello de un auténtico "contrato matrimonial". Hasta el punto que una que era sorprendida en adulterio -encontrándose en el período de "esponsales"- podía ser repudiada y ejecutada. Parece ser que era una costumbre tolerada aunque mal vista, que los "esposos" mantuvieran relaciones sexuales, como marido y mujer, antes de las nupcias propiamente dichas. Éstas tenían lugar con el traslado de la novia o esposa a la casa del marido. Las fiestas duraban hasta siete días, incluso más".

-"Con la palabra bekor se designaba al primogénito. AL ser varón, la alegría de la familia llegaba al colmo. Si era niña, en cambio, se recibía con tristeza o indiferencia".

-"¿Por qué ese miedo o pudor o escrúpulos de numerosos sectores de la Iglesia Católica a aceptar que la Señora pudiera tener más descendencia, tal y como era la costumbre en las familias normales de aquel tiempo? Estos moralistas e hipercríticos de "lo ajeno" no ignoran que, en tiempos de Jesús, la esterilidad era poco menos que una maldición divina. Las familias debían ser numerosas. Eso era lo normal y lo bien visto. Si partimos de la base de que la pareja de Nazaret fue en todo un matrimonio común y corriente, ¿por qué esos cristianos se empeñan en enmendar la plana a la propia Naturaleza, convirtiendo a José y a María en dos humanos "ilógicos" y casi al filo de la aberración?".


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