Autor: Cayetana Stuart y Silva
Editorial: Espasa-Calpe
Año: 2011
Páginas: 287
Género: Biografía
Sinopsis:Por primera vez Cayetana de Alba cuenta en primera persona cuál es su postura ante la vida.
Toca todos los grandes temas: el amor, la familia, el sexo, la amistad, el arte, los toros, el flamenco, el legado de la Casa de Alba, su infancia, su idea de la España contemporánea, etc.
Citas:
-"Desde hace seis siglos, así ha sido siempre: los Alba junto a la monarquía."
-"No he sentido falta de cariño, aunque quizás otras personas lo entiendan de otra forma. Es verdad que nadie entró nunca a darme un beso de buenas noches, pero esa costumbre no formaba parte de la tradición de la casa de Alba. Eso pertenece a los cuentos. Mi padre me daba un beso y me pasaba cariñosamente la mano por el pelo todas las mañanas cuando me presentaba, ya en perfecto estado de revista, ante él."
-"Fui educada para no quejarme. ¿De qué sirve quejarse? Siempre he apostado por tirar hacia adelante, incluso en mis peores baches, que los he tenido."
-"Siempre he sido muy católica, aunque sin ser beata. Ser buena católica no está reñido con ser moderna."
-"Aunque la casa era preciosa, yo me sentía allí muy sola. Pero, como en otras ocasiones, no me quedaba más remedio que aguantarme."
-"Quitando mi niñez, en la que sufrí la muerte de mamá y mi soledad, he tenido una vida muy interesante que he vivido con pasión. Sólo después, con el paso del tiempo, una se va dando cuenta de lo que cala en la piel."
-"Desde pequeña he tenido una enorme seguridad en mí misma y creo que eso forma parte de mi educación. No puedo decir si fui guapa -no me corresponde a mí- pero lo que sí sé es que soy atractiva, interesante, diferente y original. Puedo parecer excesiva, que también lo soy, pero me molesta la falsa modestia. Siempre he sido una adelantada al tiempo que me ha tocado vivir."
-"Yo soy así, siempre que he podido he antepuesto el corazón a la razón, aunque lo primero fue el deber."
-"Respecto a las maledicencias que se dijeron sobre mi puesta de largo, he de decir que mi familia tendrá defectos, pero no carecemos de la virtud de la caridad. En mi casa, mi abuelo, mi padre y mi tía siempre tuvieron a gala practicarla, pero en silencio. Eso es lo que aprendí de ellos y lo que he hecho toda la vida. De esas cosas no se alardea y yo, que ya estaba entregada a los Salesianos, me negaba a hacerlo."
-"He tenido una suerte inmensa, porque me gusta hacer tantas cosas que jamás me he aburrido. ¡Y siempre me falta tiempo para todo!"
-"Las parejas ahora tienen menos aguante y, para mí, el matrimonio es sagrado, más allá de los problemas que todos hemos tenido que superas."
-"Mi primer marido tenía poco sentido del humor, era más bien flemático, serio y me encantaba hacerle reír, arrollarle con mi vitalidad. Creo que desde aquellos primeros seis meses comprendió muy bien que si me cortaba las alas, me ataría y yo me asfixiaría, y siempre fue leal y respetuoso. Entendió mi lema: "¡Vive y deja vivir!" Algo que hoy me cuesta tanto hacer entender, Luis lo asumió a mi lado. Adivinó que era la esencia de mi vida."
-"Mi padre tenía razón: las relaciones sociales son importantes no sólo por cuestiones mundanas, sino por cultura, amplitud de miras, conocimiento y también diversión. ¿Por qué no?"
-"La desaparición de mi padre me hizo concienciarme de la brevedad de la vida, de lo rápido que corre el tiempo. Tenía veintisiete años, tres hijos y era huérfana. La orfandad es un sentimiento que nos invade incluso aunque los padres hayan muerto ancianos."
-"Cualquier mujer sabe muy bien que una cosa es tener amores y otra amantes."
-"Yo no estoy educada para el llanto sino todo lo contrario."
-"A menudo se confunde tener dinero en metálico con patrimonio; a nosotros, el metálico nunca nos ha sobrado."
-"Yo sé perfectamente que mis hijos me han reprochado que no les dedicara mucho tiempo y en ocasiones me han hecho sentir fatal, aunque debo decir en mi descargo que les eduqué como la mayoría de las familias de nuestro entorno en aquellos años. Como me educaron a mí, incluso con mucho menos rigor. Pero los quiero con toda mi alma, aunque a veces me han dolido cosas que han hecho o me han dicho."
-"Soy dura, dicen de mí. Puede ser, pero la vida me lo ha impuesto y no me gustan las quejas."
-"Me he cansado ya mucho de decir a lo largo de mi vida que lo de la sangre azul en las venas de los nobles es una tontería, una sandez... Estoy hasta el moño de la aristocracia y de la sangre azul, somos iguales que todo el mundo."
-"Yo, si tengo una cosa clara en la vida, no me paro demasiado tiempo a pensar. Lo que quiero, lo quiero. Y si se me mete una cosa entre ceja y ceja, la hago, ya puede salir el sol por donde quiera. Estoy muy orgullosa de los dos maridos que he tenido, aunque fueran tan diferentes... Y muy satisfecha de los hombres que escojo para compartir mi vida."
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