miércoles, 3 de octubre de 2018

Las cenizas de Ángela

 


Autor: Frank McCourt

Editorial: Maeva, S.L.

Año: 1997

Páginas: 400

Género: Biografía

Sinopsis: Dolorosa y a la vez esplendorosa biografía, en donde su autor se remonta a Limerick, un pueblo de Irlanda sumido en la pobreza. De allí, a la América durante la Gran Depresión, y el choque entre las realidades y sus fallidas promesas. La única esperanza de Ángela está en la educación de sus cinco hijos. Frank McCourt entre ellos.

Citas:

-"Ningún hombre sabe lo que es una madre que ha perdido a un hijo, aunque viviera más que dos Matusalenes".

-"El que pide no escoge".

-"La situación de un hombre es diferente. Tiene que mantener la dignidad. Tiene que llevar su cuello y su corbata, mantener las apariencias y no pedir nunca nada".

-"A las personas mayores no les gusta que los niños les hagan preguntas. Ellos pueden hacerte todas las preguntas que quieran. "¿Cómo te va en la escuela?", "¿Eres un niño bueno?", "¿Has rezado tus oraciones?", pero si tú les preguntas si han rezado sus oraciones, pueden pegarte un capón".

-"Con el buen tiempo los hombres se sientan en la calle fumando cigarrillos si los tienen, contemplando el mundo y viéndonos jugar. Las mujeres quedan de pie con los brazos cruzados, charlando. No se sientan, porque lo único que tienen que hacer es quedarse en casa, cuidar a los niños, limpiar la casa y cocinar un poco, y los hombres necesitan las sillas. Los hombres se sientan porque están cansados de ir a pie a la oficina de empleo cada mañana a firmar el paro, de discutir los problemas del mundo y de preguntarse qué pueden hacer con el resto del día. Algunos se pasan por el corredor de apuestas para estudiar las posibilidades y apuestan un chelín o dos a algo seguro. Algunos se pasan horas enteras en la biblioteca Carnegie leyendo periódicos ingleses e irlandeses. Un hombre en paro tiene que estar enterado de las cosas, porque todos los demás hombres que están en paro son expertos en lo que pasa por el mundo. El hombre que está en paro tiene que estar preparado por si otro hombre en paro saca en la conversación el tema de Hitler, de Mussolini o de la situación terrible de millones de chinos. El hombre en paro vuelve a casa después de pasar un día con el corredor de apuestas o con el periódico y su mujer no le negará unos minutos de tranquilidad y de paz con su cigarrillo y su té y un rato para quedarse sentado en su silla y para pensar en el mundo".

-"Mientras estás en el manicomio estás protegido del mundo y de sus padecimientos, no puedes hacer nada, estás protegida y no sirve de nada que te preocupes".

-"Es muy bonito saber que la gente no puede entrometerse con lo que tienes dentro de la cabeza".

-"La mano humana es un bicho traicionero y nunca se sabe donde ha estado metida".

-"Si cometes un pecado bien puedes cometer algunos más, porque la condena al infierno es la misma. Por un pecado, la eternidad. Por una docena de pecados, la eternidad".

-"Si te quedaras esperando que los curas o las monjas te dieran propina te morirías en su portal".


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