viernes, 14 de mayo de 2021

Diarios 1984 - 1989

 

Autor: Sándor Márai

Editorial: Salamandra, S.A.

Año: 2008

Páginas: 219

Género: Biografía

Sinopsis: Último tomo de los diarios en el exilio de este gran escritor húngaro. Testimonio apasionante y profundamente conmovedor de un hombre decidido a enfrentarse sin ambages con la muerte. Alternando recuerdos personales, instantáneas reveladoras de la vida cotidiana, con comentarios sobre diversos temas de actualidad y apuntes sobre la lectura y la tarea de escribir, el gran autor húngaro se convierte en observador implacable de su propio deterioro físico y narra, sin embellecerlo, el último drama de su esposa, Lola Matzner, con quien durante sesenta y dos años lo había compartido todo.

Citas:

-"Si uno no tiene a quien contar algo, es mejor callar. Parece lo más conveniente, aunque debamos silenciarnos nosotros mismos".

-"La proximidad de la muerte confiere a la conciencia más fuerzas que desánimo".

-"Las peores evocaciones siempre acaban por alcanzarte".

-"Nacer no es una experiencia, porque es accidental: nos pasa sin más, involuntariamente. La muerte sí constituye una experiencia, puesto que nos sobreviene contra nuestra voluntad".

-"Algunas palabras tienen una fuerza destructiva tan densa como el cianuro".

-"No cabe duda de que no solo somos lo que somos, sino como nos ven los demás, y sobre todo lo que aparece en el espejo deformante".

-"No estoy convencido de la frase nietzcheiana: Lo que no me mata me hace más fuerte; de hecho, si uno no perece solo puede ocurrir que se debilite cada vez más".

-"El valor de una obra no reside en la procedencia del ladrillo y las tejas con que se ha erigido, sino en lo que el autor construye con esos materiales".

-"Hay palabras que duelen como una mordedura. Son palabras imposibles de perdonar u olvidar".

-"El ser humano es fenómeno y acción: hereda una manera de ser que luego va conformando".

-"Hay una sola cosa -la conciencia- que viene de la Nada y después de darse una vuelta regresa a la Nada".

-"El hombre realmente fuerte es capaz de soportar no solo los golpes, sino las ofensas".

-"Existe un amor profundo, verdadero, ardiente aunque carece totalmente de sexualidad, mientras que hay relaciones salvajes, apasionadas, sensuales que no tienen ni pizca de amor".

-"La crueldad es el punto de encuentro en que la humanidad actúa en armonía".

-"Si la muerte nos llegara a la vez, juntos, sería el mayor regalo para los dos".

-"No me opongo al hecho de irme, solo me inquieta el modo. No queda más que confiar en el destino".

-"La experiencia requiere tiempo; sin embargo, el tiempo -más allá de cierto conocimiento- no ofrece una experiencia más profunda".

-"La vida es casual, no tiene sentido ni utilidad alguna. La muerte es la consecuencia inevitable de la casualidad, y tampoco tiene sentido ni utilidad".

-"Tiene que ser muy bonito morir sano".

-"Ya no tenemos futuro, la vida está completa, solo aspiro a poder irme tranquilamente. Cada día se añaden síntomas del desgaste físico y mental. A veces me siento como un recuerdo de mí mismo".

-"A veces me sorprende que todavía siga aquí, vivo, hasta el último momento, sin haber perdido la voluntad de "cumplir" con algo: con las obligaciones diarias o con otras, banales. No darse por vencido mientras aguante".

-"Una persona enamorada no escribe poemas, y si lo hace desde luego no serán buenos. El poeta más bien está enamorado del poema que escribe sobre el amor".

-"En la habitación del enfermo, como en la cárcel, el tiempo no existe. Día y noche, horas y minutos se funden en una sola línea".

-"¿Qué puede aportarme la vejez, aparte de la mera existencia? Nada. Comprendo a los que anticipan su fin".

-"Ha llegado el tiempo de las privaciones, cuando uno lo deja todo sin sentir la pérdida".

-"El gran fracaso de la vida no es que uno al final se dé cuenta de que se ha equivocado. Es mucho más desmoralizador pensar que no haya otra manera de actuar más que equivocándose".

-"Me gustaría sentir nostalgia por algo... por un paisaje, por un viaje, por una ciudad, por alguien. Pero ya no puedo permitirme el lujo de ser nostálgico. ¡Me basta con ser!".

-"Estoy cansado, ya no rechazo la muerte. No la deseo, pero tampoco la rechazo".

-"Sigue siendo tan guapa a los ochenta y siete años como lo fue de joven; de otro modo, pero sigue siendo guapa. No sé hasta cuando me aguantará el cuerpo, pero quiero estar con ella hasta el último momento, ayudarla cuidarla".

-"La gran prueba de la vida no es la muerte, sino el morir".

-"Si no creyera que ella me necesita (o me hiciera ilusiones de ello), tomaría una decisión drástica respecto a mí mismo. Pero no tengo derecho a escapar".

-"Ha sido un ser maravilloso, la mujer completa, el compendio de todo lo humano, de las virtudes femeninas, el sentido de mi vida, y sigue siéndolo. Si se va, ya nada tendrá sentido".

-"Gratitud profunda por habernos conocido y haber compartido toda la vida. Gratitud profunda. Y por encima de eso, un dolor indecible".

-"Al final de la vida llega un momento en que todo, todo lo que uno ha experimentado durante tantos años, todo lo que esperaba, todo en lo que confiaba, de repente queda sin perspectiva ni sentido".

-"Llega el tiempo en que uno ya no espera respuestas, no discute con el destino, lo abraza. Hay que aceptar el destino. No existe otro modo de soportar la crueldad de la vida".

-"Qué lento muero".

-"Esta existencia, que ya no es vida, puede prolongarse mucho; el corazón, los pulmones, el aparato digestivo siguen funcionando aunque la personalidad ya esté muerta".

-"Es la mayor tragedia que me ha ocurrido en la vida y debo aceptarla simplemente, no de manera fatalista, sin juzgar, sin protestar. Es el final, peor que cualquier destrucción repentina".

-"Siento un tremendo vacío a mi alrededor, en mí mismo, en el mundo, como si estuviera mirando la vida desde la muerte, si existe algo así".

-"No es posible huir, pero permanecer firme es muy difícil".

-"Aunque marcharme me parece una cobardía, por primera vez en mi vida hoy he sentido que ya nada me retiene aquí. Sería tranquilizador saber que todavía puedo disponer mi propia muerte y que no estoy obligado a someterme al proceso de la impotencia y la descomposición".

-"No me duele, la realidad nunca "duele"; simplemente es realidad".

-"A veces me avergüenza estar vivo".

-"Para mí este año significa el final, por más que logre sobrevivir a él. No me siento con fuerzas para morir ni para seguir viviendo".

-"Solo capté en ella serenidad y nobleza, dos rasgos que siempre quedan ocultos en la cara de los vivos".

-"El mismo vacío que se produjo en el momento de su muerte, que nada es capaz de llenar, un vacío absoluto".

-"En mi caso, lo patológico son las ganas de desaparecer. No leer mi nombre, no dar noticia alguna, desvanecerse".

-"El "duelo", el verdadero luto es discreto y sigiloso. Las demás demostraciones me resultan sospechosas: tal vez lo que causa pena en el doliente no es el fallecido, sino él mismo".

-"La furia. Nada de enternecerse, de meditar. Solo la furia. A veces bramar de pura rabia. Porque ha muerto. Enfurecido con el médico porque no pudo ayudarla. Enfurecido con Dios (si existe) porque tampoco la asistió, y enfurecido con Dios (si no existe) porque no existe cuando se necesita su intervención. Enfurecido con la gente porque no la ayudó. Enfurecido conmigo mismo porque no fui capaz de hacer algo más. Enfurecido con ella porque murió".

-"Desaparecer, sin ruido, es todo lo que uno puede hacer".

-"Ocurre en mi interior un movimiento absurdo: furia, incapacidad de perdonar. Es imposible perdonar (¿a quién?) cuando un ser querido muere".

-"¿La quería? No lo sé. ¿Puede uno querer a sus piernas, a sus pensamientos? Simplemente, nada tiene sentido sin piernas o sin pensamientos. Sin ella nada tiene sentido: No sé si la quería. Era algo diferente. Tampoco quiero a mis riñones o a mi páncreas. Simplemente forman parte de mí, como ella formaba parte de mí".

-"¿La echo de menos? Tanto como echaría de menos el aire. Me la evocan las palabras, los objetos, todo. Incluso al aire le falta algo".

-"Odio hacia todo y hacia todos, que estalla en días y noches entumecidos. Es lo único que me ayuda a esperar el momento en que pueda abandonarlo todo, sin lástima ni autocompasión".

-"Parece que en los últimos tres meses se me ha revuelto el horario. A veces almuerzo a las tres de la madrugada, o también puede ocurrir que cene a las diez de la mañana. Vivo sin horarios, tranquilamente. No espero nada, ni bueno ni malo".

-"Creo que no existe un "momento" exacto en que uno deja de existir. La muerte es un proceso acompasado que cuando ya parece haberse producido, sigue ocurriendo".

-"Ya no aguanto el suplicio de cada día. Ojalá me marchara ya. Pero, por otra parte, no me siento preparado para morir".

-"No siento ansiedad, solo preocupación por poder acabar con la situación antes de que ella acabe conmigo".

-"Todo representa un esfuerzo. Ya no mantengo ningún vínculo con la vida, excepto con la vida sin sentido, sin fines ni deberes".

-"Sigo con paso lento la procesión de los que "no se han ido, solo se me han adelantado".

-"Prefiero la soledad en solitario que la soledad en compañía. No deseo nada. Espero poder irme en silencio, sin necesidad de recurrir a la violencia".

-"Las palabras no sirven más que para ocultar la realidad, no para revelarla. La realidad es otra cosa".

-"Una pareja de jóvenes hispanos sin techo, zarrapastrosos y mugrientos, se ha sentado en la escalinata de la iglesia del barrio. Paso por su lado con andar vacilante y veo que antes de empezar a comer -sacan algo de los bultos- el hombre y la mujer se abrazan y se besan largamente. Este beso espontáneo en la calle, en las escalinatas de una iglesia, antes de tomar su miserable comida, me emociona por lo excepcional. Es un gesto humano en el desierto de la inhumanidad".

-"Lo realmente arduo no es saber sobre qué escribir, sino saber, de una vez y para siempre, cómo escribir".

-"Cada día al despertar noto el regusto de la muerte en la boca. No se parece a nada, es como un aperitivo crudo".

-"Hace más de un año que vivo en la soledad solitaria. No es fácil, tampoco lo considero auténtica "vida", pero es más tolerable que la soledad acompañada".

-"Momentos en que un animal enloquecido aúlla en la oscuridad. El momento en el que al final de una larga vida uno comprende que el destino no solo es cruel, sino además deshonesto".

-"Ya no es vida, solo existencia".

-"Todo el mundo tiene algo que solo se revela tras la muerte".

-"No siento nostalgia de la muerte, ni tampoco me inspira miedo. Más bien es la vida lo que me da miedo. Y eso a pesar de que el "conjunto", por saldo, ha sido maravilloso".

-"La muerte no constituye un problema. El hecho de morir, sí".

-"Vivo totalmente solo, es decir, no me aburro".

-"La soledad que me envuelve es tan densa como la niebla invernal, es palpable".

-"Nada de sexo, ni en sueños. Tampoco me hace falta. El cariño me sentaría bien, pero ya no confío en nadie".



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