viernes, 21 de mayo de 2021

El médico de Córdoba

 


Autor: Herbert Le Porrier

Editorial: Círculo de Lectores, S.A.

Año: 1991

Páginas: 293

Género: Narrativa histórica

Sinopsis: En el siglo XII Córdoba era una ciudad con una de las universidades más reputadas del mundo medieval. Era la capital del Al-Andalus, era una ciudad de calles pavimentadas, de magníficos jardines y en ella convivían tres culturas: la árabe, la cristiana y la judía. Cuando cierra los ojos, el anciano Moisés Maimónides evoca esa ciudad privilegiada de su niñez... Y los recuerdos se desgranan: la huída de su familia tras la invasión almohade y el largo camino del exilio que lo lleva a recorrer toda la costa del Mediterráneo, al tiempo que su fama como médico, filósofo, teólogo y, sobre todo, sabio se va acrecentando hasta hacer de él una de las figuras esenciales de la historia del pensamiento.

Citas:

-"¿Qué valor tendría una certeza si no se compaginara con una duda?".

-"Una vida no vale nada; pero nada vale una vida".

-"He leído mucho, he meditado mucho y he escrito mucho, ésos fueron mis mayores goces. Si hoy mis ojos se ciegan no es a causa  de una nueva verdad, sino de usura; si mi memoria se debilita, no es bajo el peso de una evidencia, es de saturación".

-"El camino hacia el saber no es acumular ciencia como algunos acumulan riquezas; es reconocer la propia realidad de uno en el mundo y juzgarla; es renovar en sí mismo el misterio de la creación".

-"Del mismo modo que necesitaba comer para vivir, necesitaba estudiar para vivir".

-"En el califato de Córdoba, la poesía se consideraba como el estado de suprema beatitud al que podía acceder un ser humano".

-"Cuando no sabemos a dónde no lleva una situación, entonces el hombre atento toma precauciones".

-"Nunca he sido lo bastante tonto ni lo bastante ingenuo para creer que Dios nos observa y pondera en cada uno de sus instantes. Debe tener cosas más importantes que hacer".

-"Si Dios no mataba, sus celadores se encargaban muy bien de hacerlo en su lugar".

-"Singular génesis aquella que creó del polvo todo lo que vive por pares, a excepción del hombre, que no recibió a su compañera sino en detrimento de su propia sustancia y con la prohibición de apreciar su desnudez".

-"No me han enseñado a amar a Dios. Me han enseñado a temerle. Mi infancia ha sido un largo camino hacia el miedo. Comenzó mi padre, guardián inflexible de nuestra ley, y prosiguió con los libros, todos ellos repletos de amonestaciones, puestas en guardia y amenazas. El cielo no era sino truenos y rayos. Uno no muere a causa de ello, de acuerdo; hay otras ocasiones de morir. Pero uno sale, o quebrantado o pérfido, o cordero o lobo".

-"Ese que ruge y se venga, ese que esparce el sufrimiento y la injusticia, ese que desampara y abandona, ese no es mi Dios. Y ese que ha hecho las esferas y la luna, y las criaturas que arraigan y se mueven bajo la luna, ése que podría ser mi Dios en la paz y la justicia, a ése aún no he aprendido a amarlo de todo corazón. Estoy entre dos aguas, fuera ya del miedo pero no aún dentro del amor".

-"Me preocupo por todos aquellos que tienen un núcleo duro en el centro de su alma. Mientras más duro es el núcleo, más tierna y frágil es la envoltura".

-"El objeto de la filosofía no se encuentra en la posesión de la verdad, sino en su búsqueda; se halla en el intrincado camino que hay que escalar para alcanzar la cima del pensamiento".

-"A causa del gélido frío que lo atravesaba hasta el fondo de su alma, era incapaz del más mínimo movimiento".

-"Allí donde hay autoridad, hay siempre obediencia".

-"Los hombres solo son verdaderamente indulgentes consigo mismos".

-"Un renegado se muta tan fácilmente en traidor...".

-"No creía y sigo sin creer que pueda encontrarse una idea o una teoría que merezca se le ofrezca una existencia; pero creía y sigo creyendo que hay situaciones que no merecen sobrevivirse".

-"La necesidad y las privaciones engendran sin duda valor".

-"Las comunidades, a veces, mueren a causa de la enfermedad del vacío que aqueja el escaso número de personas que la constituyen".

-"Si bien la amenaza del destierro es necesariamente agobiante, el estado de desterrado no está exento de cierta euforia. Solo se conoce un presente y se supone un futuro, prescindiéndose de todo lo vivido anteriormente, como si se amputase un miembro gangrenoso del que ciertamente uno se acuerda, pero que en  adelante ni retiene ni constriñe".

-"Cuando la desgracia circula por el mundo, una cohorte de predicadores le sigue siempre las huellas, y cada uno de sus iluminados se proclama elegido por su método que, según él, el propio Dios en persona le habría inspirado".

-"¿Qué es un pueblo? Son muchos hombres que extraen de un mismo pozo su lengua y su cultura, que se someten sin esfuerzo a un complejo de tradiciones idénticas, que participan de una historia común y de un futuro convergente".

-"Nos sentimos profundamente vinculados a la paz en este mundo dominado por la violencia, pero sin embargo no por ello estamos sin armas".

-"La cocción de las ideas requiere más sutilidad que la del pan: no se trata de saciar, sino, por el contrario, de dar hambre".

-"Puede decirse que el liberar es una verdadera enfermedad de los pueblos occidentales. Siempre están prestos a sembrar la muerte y la desolación para liberar a alguien o algo".

-"El valor de la persona se determina por la suma de sus conocimientos, no por la suma de sus haberes".

-"Lo que es justo y lo que no lo es solo tiene sentido en la apreciación de los intérpretes".

-"La medicina es la ciencia de sopesar las faltas, y el arte de la elección entre los riesgos y los males".

-"Introducir a Dios en la razón, y la razón en Dios, son empresas disparatadas".


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