viernes, 26 de marzo de 2021

La catedral del mar

 


Autor: Ildefonso Falcones

Editorial: Grijalbo Mondadori

Año: 2006

Páginas: 670

Género: Narrativa histórica

Sinopsis: Lealtad y venganza, traición y amor, guerra y peste, en un mundo marcado por la intolerancia religiosa, la ambición material y la segregación social.

Siglo XIV. La construcción de la catedral Santa María de la Mar será paralela a la azarosa historia de Arnau, un siervo de la tierra que huye de los abusos de su señor feudal y se refugia en Barcelona, donde se convierte en ciudadano y, con ello, en hombre libre.

El joven Arnau trabaja como palafrenero, estibador, soldado y cambista. Una vida extenuante, siempre al amparo de la catedral de la Mar, que le iba a llevar de la miseria del fugitivo a la nobleza y la riqueza. Pero con esta posición privilegiada también le llega la envidia de sus pares, que urden una sórdida conjura que pone su vida en manos de la Inquisición.

Citas:

-"Nuestra vida está en manos del señor, que imparte justicia y tiene derecho a maltratarnos y a ofender nuestro honor. ¡Ni siquiera podemos defendernos!".

-"El señor podía exigirle juramento a un siervo en cualquier momento. Tenía derecho a cobrar una parte de los bienes del siervo si éste moría intestado o cuando heredaba su hijo; si era estéril; si su mujer cometía adulterio; si se incendiaba la masía; si la hipotecaba; si desposaba el vasallo de otro señor y, por su puesto, si quería abandonarlo. El señor podía yacer con la novia en su primera noche; podía reclamar a las mujeres para que amamantaran a sus hijos, o a las hijas de éstas para que sirvieran como criadas en el castillo. Los siervos estaban obligados a trabajar gratuitamente las tierras del señor; a contribuir a la defensa del castillo; a pagar parte de los frutos de sus fincas, a alojar al señor o a sus enviados en sus casas y a alimentarlos durante su estancia; a pagar por utilizar los bosques o las tierras de pasto; a utilizar, previo pago, la forja, el horno o el molino del señor, y a enviarle regalos por Navidad y demás festividades".

-"La ley sólo le prohibía matarla o mutilarla, pero nadie podía reprocharle nada si moría como consecuencia de la pena infligida".

-"La plaza del Blat, el centro de Barcelona. La piedra en el centro de la plaza significa que a partir de ahí la ciudad se divide en cuartos: el de la Mar, el de Framenors, el del Pi y el de la Salada o de Sant Pere".

-"No hay nada mejor en este mundo que un buen amigo".

-"Sólo las mujeres nobles pueden librarse de la acusación de adulterio mediante juramento; las demás deben hacerlo mediante una lucha y sometidas al juicio de Dios".

-"Santa María de la Mar se empezó a construir por y para el pueblo, de lo cual dio fe la primera piedra del edificio que se colocó en el lugar exacto donde iría el altar mayor y en la que, a diferencia de lo que ocurría con las construcciones que contaban con el apoyo de las autoridades, tan sólo se esculpió el escudo de la parroquia en señal de que la fábrica, con todos sus derechos, pertenecía única y exclusivamente a los parroquianos que la habían construido: los ricos, con sus dineros; los humildes, con su trabajo".

-"Como no pueden dar dinero para la construcción, la cofradía de los bastaixos se ha comprometido a transportar gratuitamente la piedra desde la cantera real, en Montjuic, hasta pie de obra. Lo hacen sobre sus espaldas y recorren millas cargados con piedras que después tenemos que mover entre dos personas".

-"Los niños son a menudo capaces de ver aquello que nosotros no vemos".

-"Has tenido que morir para que pudiéramos estar juntos".

-"El tiempo lo cura todo".

-"No hay libertad con hambre".

-"Ya no se utilizaba la prueba del agua caliente, pero todavía, en muchas ocasiones, los clérigos recurrían a la amenaza de sumergir los miembros del sospechoso en un caldero de agua hirviendo".

-"Lo único no es mejor ni peor, es simplemente eso: único."

-"No te preocupe humillar a alguien, si con ello te ganas a la mayoría".

-"Somos mujeres públicas pero eso no significa que no tengamos corazón".

-"Nunca le habían fallado sus primeras impresiones".

-"Me endurecí hasta el punto de que mi corazón encalleció".

-"La mente del hombre es retorcida, y por lo general le gusta creer siempre lo peor".

-"El que tiene dinero quiere más; nunca lo ha regalado y nunca lo hará".

-"Los esclavos, más que nadie, conocemos el arte de la hipocresía".

-"Un caballero sin tierras para mantenerse y sin caballo para guerrear no podía considerarse tal".

-"¿Cuánto debía ofrecerse por la vida de un hombre? ¿Cuánto valía un amigo?".

-"Estaba condenado a ser fiel a una mujer que no le amaba y a la que no podía amar. Y a renunciar a la única persona con quien podía ser feliz".

-"El tiempo trae el olvido".

-"La cárcel ha de ser lóbrega, un subterráneo en el que no pueda penetrar ninguna claridad, especialmente la del sol o de la luna; ha de ser dura y áspera, de forma que abrevie en lo posible la vida del reo, hasta hacerlo perecer".

-"El 3 de noviembre de 1383 se colocó la última clave de la nave central, la más cercana a la puerta principal y que portaba el escudo de la Junta de Obra, en honor a todos aquellos ciudadanos anónimos que permitieron la construcción de la iglesia".

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