lunes, 3 de enero de 2022

Sin destino

 


Autor: Imre Kertész

Editorial: Círculo de Lectores, S.A.

Año: 2002

Páginas: 238

Género: Biografía

Sinopsis: Cuando apenas han transcurrido dos meses desde que se promulgaran "las leyes judías", György Kóves un adolescente de Budapest, es detenido y conducido en un tren a Auschwitz, un lugar sin vida donde el cielo es invariablemente gris y el olor a carne quemada flota en el paisaje.
Condenado a soportar -como tantos otros- su absurdo destino, György Köves asiste extrañado a todas las situaciones anómalas que provoca la necesidad. Allí, en ese infierno ordenado y pulcro que contrasta "naturalmente" con el sufrimiento y la angustia de existir, György aprende todas las artimañas imaginables en su lucha por sobrevivir con un inmenso espacio vacío en su estómago, y siempre a la espera de poder abandonarse a un sueño momentáneo o definitivo que se lo lleve muy lejos. Acosado por el hambre y las palizas, deviene en un espectador atónito de su propio deterioro, que observa y actúa con una frialdad casi perversa. Sólo la inercia de seguir viviendo guía sus actos.

Citas:

-"El querer no se demuestra con palabras sino con actos".

-"Al fin y al cabo uno tiene derecho a saber por qué le odian".

-"Independientemente de lo que pensaran sobre los judíos, los alemanes eran en el fondo gente limpia, honrada, amante del orden, la puntualidad y el trabajo y que apreciaban estas mismas cualidades en los demás".

-"No puede haber ningún preso que al principio no se extrañe de su condición".

-"La primera regla que debe cumplir un buen soldado es comerse todo lo que le den porque nunca sabe si al día siguiente se lo volverán a dar".

-"Me di cuenta que hasta en Auschwitz uno puede aburrirse, en el supuesto de ser uno de los privilegiados que se lo pueden permitir. Esperábamos, siempre esperábamos que no ocurriera nada. Ese aburrimiento y esa espera son las impresiones que mejor definen la situación en Auschwitz".

"Nunca lo hubiese creído y, sin embargo, es una verdad como un templo: en ninguna otra circunstancia importa tanto llevar una vida ordenada, ejemplar y hasta virtuosa como estando preso".

-"Las intenciones de las personas no eran siempre las mismas, por supuesto, pero a partir de cierto punto las diferencias eran sólo cuestión de matices y los resultados eran idénticos".

-"La amistad es cosa pasajera, limitada por las leyes de la vida".

-"En una ocasión, cuando todavía estaba en casa, había leído que con el tiempo y con el esfuerzo necesarios uno puede incluso acostumbrarse a vivir preso. No dudo de que esto sea verdad cuando se está encerrado en una casa o en una prisión normal, civil, pero en un campo de concentración, según mi experiencia, es imposible. Y estoy totalmente convencido de que no es por falta de esfuerzo, ni de buena voluntad; el problema es que simplemente no te dejan tiempo para ello".

-"Es un hecho demostrado que nuestra imaginación permanece libre incluso en condiciones de privación de libertad".

-"Es verdad que las paredes de la cárcel no pueden poner límites a nuestra imaginación".

-"El toque de diana en un campo de concentración arranca del sueño a todo el mundo: aquellos que no despertaban ya no lo harían nunca más, y allí quedarían sus cuerpos".

-"Si en una situación normal hacen falta cincuenta o sesenta años para envejecer, en el campo bastaron tres meses para que mi cuerpo me abandonase".

-"Lo más que podían hacer era pegarme, y con eso tampoco me hacían mayor daño, sólo me hacían ganar tiempo, puesto que con el primer golpe me acostaba en el suelo y ya no sentía los otros porque me quedaba dormido".

-"Nuestras viejas costumbres las llevamos con nosotros también a los lugares nuevos".

-"La profesión obligaba a veces al periodista a comportarse con poco tacto".


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