Una Navidad diferente

 

Autor: John Grisham

Editorial: Círculo de Lectores, S.A.

Año: 2002

Páginas: 170

Género: Humor

Sinopsis: Colas kilométricas, tiendas atestadas de gente, villancicos sonando a todo volumen, calendarios benéficos, árboles de Navidad, pasteles de fruta, fiestas con la familia, fiestas con los vecinos... Y, sobre todo, el recuerdo de la desorbitada cantidad de 6.100 dólares no deducibles estúpidamente derrochados durante las Navidades del año anterior. Para Luther Krank, contable en Wiley & Beek, celebrar la Navidad se ha convertido en una tortura de interminables días en los que él y su esposa, Nora, dilapidan los ahorros u simulan pasarlo en grande mientras esperan con paciencia a que, el 2 de Enero, aquel histerismo colectivo toque a su fin. Este año, para colmo, ni siquiera les acompañará su hija Blair, embarcada en un absurdo proyecto benéfico en Perú. Sí, se adivina una nueva Navidad insoportable: los mismos invitados, los mismos pelmazos felicitando las fiestas y el mismo muñeco de nieve adornando su tejado y los tejados de sus vecinos, convencidos de que su calle ganará de nuevo el ridículo premio a la mejor decoración navideña de la ciudad. Así están las cosas cuando, un buen día, Luther descubre en una agencia de viajes algo que cambiará su vida: ¡un maravilloso crucero de diez días por el Caribe! Una oportunidad única para huir de una vez por todas de la Navidad y olvidarse de apretujones, muñecos de nieve y vecinos insoportables. Decidido: esta Navidad va a ser diferente, la mejor de todas... O a menos eso creen los Krank, quienes no imaginan las consecuencias de tan subversiva decisión, en especial cuando sus vecinos descubran, horrorizados, que han osado traicionar el espíritu navideño.

Citas:

-"Qué bonito sería poder saltarse la Navidad -empezó a pensar-. Un chasquido de los dedos y estamos a dos de enero. Ni árboles, ni compras, ni regalos absurdos, ni propinas, ni aglomeraciones, ni envolturas de paquetes, ni tráfico ni muchedumbres, ni tartas de fruta, ni licores ni jamones que nadie necesitaba, ni dinero malgastado".

-"Nos saltamos las Navidades. Ahorramos dinero y, por una vez, nos lo gastamos en nosotros mismos. Ni un céntimo para comida que no vamos a comer o ropa que no nos vamos a poner o regalos que maldita la falta que hacen".

-"Llegó a la conclusión de que no echaría de menos en absoluto todo el ritual de las felicitaciones navideñas. No echaría de menos el aburrimiento de escribir todos aquellos mensajitos y todas aquellas direcciones en unos ciento y pico de sobres, echarlo todo al correo y preocuparse por si había olvidado a alguien".

-"Se vive la vida de hoy, no la de mañana y tanto menos la de ayer".

-"Aborrecía la fiesta navideña incluso en un año normal. Apenas bebía y jamás se emborrachaba y todos los años experimentaba vergüenza ajena al ver cómo hacían el ridículo sus compañeros".

-"¿Cómo era posible que una simple llamada telefónica pudiera cambiar tantas cosas?".