miércoles, 5 de enero de 2022

Una vida demasiado corta

 


Autor: Ronald Reng

Editorial: Contra

Año: 2012

Páginas: 440

Género: Biografía

Sinopsis: El 10 de noviembre de 2009, el portero de la selección alemana, Robert Enke, se suicidó arrojándose a las vías del tren. Tenía 32 años. La noticia dio la vuelta al mundo y dejó perplejos a sus colegas y admiradores. ¿Qué pudo motivar que el guardameta que estaba a punto de jugar como titular en el Mundial de Sudáfrica decidiera poner fin a su vida de esta manera? Detrás de la vida idílica, de contratos millonarios con algunos de los equipos más prestigiosos del mundo -incluidos el Benfica de Mourinho o el Barça de Van Gaal-, Robert Enke luchaba contra un poderoso enemigo que le estaba destruyendo por dentro: la depresión. Ronald Reng, amigo del guardameta, reconstruye minuciosamente la vida del portero, narrando con elegancia y rigor la tragedia de un joven que luchó para poder hacerse un lugar entre la élite del fútbol mundial pero vio como sus sueños y los de su familia se vinieron abajo cuando la enfermedad apareció repentinamente en su vida.

Citas:

-"¿Cómo se puede vivir con depresión o con la idea de que la enfermedad puede volver en cualquier momento? ¿Con miedo al miedo?".

-"A veces, a pesar de que pongamos nuestras mejores intenciones, hacemos muy mal las cosas".

-"La mayoría de personas con depresión que intentan suicidarse no quieren morir, solo quieren acabar con esa oscuridad que inunda sus pensamientos".

-"Un portero que se culpa por un gol vive los minutos restantes de partido con una mezcla insoportable de indiferencia y pánico. Para él, la tarde ya ha acabado, ya no se puede salvar, independientemente del resultado final".

-"La tensión muscular a menudo va de la mano de la tensión psicológica".

-"No importa si lo que crees es verdad o no. Lo que importa es si te ayuda".

-"La gente con depresión no ve las cosas de manera realista, todo es negro, pesimista, negativo".

-"Para una persona que vive con alguien que sufre depresión, como mínimo la vida es tan difícil como para la persona que padece la enfermedad. Es como si todas sus buenas intenciones, sus planteamientos racionales, se dieran de bruces contra un muro".

-"Cuando alguien que tiene depresión se suicida, no es culpa de nadie más".

-"Para los depresivos, pensar en el suicidio puede llegar a ser un alivio. Pensar que les queda una solución les ayuda en el día a día. La situación se vuelve peligrosa cuando ese pensamiento ya no supone suficiente consuelo".

-"Siempre hay que estar pendiente de un depresivo y mostrarle apoyo, pero no hay que dárselo todo hecho para que no piense que no es capaz de nada".

-"Nuestra vida viene determinada por las personas que conocemos en un momento concreto".

-"Hay muchas cosas que te carcomen por dentro, porque sabes que no puedes compartirlas con nadie más bajo ningún concepto".

-"La depresión no sigue ningún esquema determinado. Si alguien es propenso a la enfermedad, puede que sea capaz de lidiar sin problemas con las situaciones más estresantes pero que, en un momento dado, todo se vaya al garete por culpa de algo que, desde fuera, puede parecer insignificante".

-"La gente que no sufría depresión pocas veces podía entender la fuerza de esta, porque no entendían que se trataba de una enfermedad".

-"A menudo, la gente que sufre depresión está de mejor humor durante los días previos al suicidio. Se sienten aliviados por la decisión que finalmente han tomado, pues sienten que es la única manera que tienen de acabar con su situación. Pero se equivocan, porque su percepción de las cosas está alterada. Al mismo tiempo, estar de mejor humor les sirve de fachada tras la que ocultan sus verdaderas intenciones a sus allegados".

-"La muerte de una persona con depresión nunca es una decisión libre. La enfermedad enturbia la percepción hasta el punto de que el que la sufre ya no entiende lo que significa la muerte. Lo único en lo que piensa es en acabar con la enfermedad".


No hay comentarios:

Publicar un comentario