miércoles, 22 de marzo de 2017

Alguien con quien hablar



Autor: Ángel Gabilondo

Editorial: Santillana Ediciones Generales

Año: 2007

Páginas: 188

Género: Filosofía

Sinopsis: Todos necesitamos que alguien nos acompañe, que esté cerca, que nos escuche, que nos diga. Pero alguien no es uno o una cualquiera, no nos es indiferente y dar con él, con ella, resulta decisivo. No es cuestión, sin embargo, de procurar una persecución o una captura. Tal vez más se trate de una capacidad de atender, de escuchar, de un estar abierto y dispuesto, no solo a recibir, sino a entregarse, a darse. No creer que uno lo sabe todo y mejor que los demás, no ser autosuficiente por engreimiento y ser consciente de la propia necesidad, con entereza, constituye un aspecto decisivo para que alguien irrumpa en nuestra vida.  Dejar hablar no es un simple gesto de permisividad, es un acto de reconocimiento. Exige crear condiciones, un territorio propicio, para la palabra ajena. De la amistad y la escucha, del placer, el deseo y el erotismo, de la mentira, el malentendido o el silencio, de la serenidad  y la alegría habla Ángel Gabilondo, entre otros asuntos, dibujando un espacio de encuentro en el que la palabra es protagonista.

Citas:

-"Dejar hablar no es un simple gesto de permisividad, es un acto de reconocimiento".

-"Alguien con quien hablar no e cualquiera al que decirle lo que nos ocurre".

-"Una y otra vez nos alienta no solo la necesidad de hablar, sino la voluntad de decir, de decirnos. Y sostenida por un deseo, el de ver si somos capaces de ser otros que quienes somos. Y los días y las horas resultan fatigosos en un mundo tantas veces insensible y poco acogedor, en definitiva tantas veces injusto".

-"Hay mucha tristeza y soledad. Y reconocerlo no es expresión de fatuidad o de debilidad, sino asunción de nuestra fragilidad constitutiva. Y no por dejar de reconocerlo o por silenciarlo deja de ocurrir. Hemos decidido callar sobre ello, reduciendo el alcance de la palabra afectiva a ámbitos de intimidad".

-"En un tiempo difícil, la palabra no acerca al otro, nos relaciona, nos vincula y muestra en ocasiones la distancia irreductible".

-"No siempre es verdad que deseemos ser escuchados. Porque escuchar es en todo caso responder, aunque sea con el silencio. En ocasiones, solo queremos ser oídos".

-"No es cuestión de alguien a quien hablar, sino de alguien con quien hablar. Es un regalo de la vida encontrarse con quien poder hacerlo. El desafío de la palabra del otro, incluso su impugnación, pueden resultar la mejor de las acogidas. La condición indispensable es el afecto, por muy esporádico que resulte".

-"De encontrar la ocasión, la confidencia es desnudar el alma hasta escucharse decir lo que quizá ni siquiera uno mismo llegó a pensar nunca y mostrar la soledad de la palabra única. Es recibir la hospitalidad de otra alma tiritando su propia suerte. Buscamos las palabras del otro, las que solo a su lado brotan. Y si hace falta resultar supuestamente ridículo, o llorar, o mostrarse inconsistente... nada de eso es inadecuado, sino que cobra plenitud".

-"Nunca olvidaremos a alguien con quien hemos reído. Al reír juntos, nos decimos algo".

-"La risa es una forma de acercamiento, de caricia de lo incorporal de cada alguien. Si no es un alivio, sí procura bienestar".

-"Se ríe con el alma. Añoramos encontrar aquellos con quienes reír".

-"Puede parecer poco, pero a veces necesitamos sencillamente oír la voz de alguien concreto. Su voz nos serena o, quizá, nos provoca a ser. Es como si al llegar viniera vida. No recordamos siempre tanto lo que dijo cuanto la mano de su voz que tocaba nuestra alma".

-"Quienes viven sin placer son peligrosos. Sin él, no solo es amarga la vida, es que deja de serlo. Amar es también desear el placer del otro, buscarlo, crear las condiciones para que se procure".

-"El placer, aunque puede habitarse en soledad, no existe por separado, es siempre de alguien y con otro, aunque ese otro sea uno mismo, es un modo de relación".

-"Quienes carecen de placer resultan resentidos y tienen una irrefrenable tendencia a considerar a quienes lo sienten superficiales y frívolos, pero su ausencia de placer es falta de esa alegría que es el enigma de la búsqueda".

-"El beso dice a su modo y ofrece en silencio la palabra que se da, la palabra que acaricia la piel y discurre tierna y apasionadamente por el cuello y el pecho entrelazando, como Cicerón nos pide, el corazón y la lengua".
-"Necesitamos ese beso-palabra que nos viene de la boca de alguien, que se nos ofrece directa y claramente, que se pronuncia por él o ella en nuestra boca, como si dijera su palabra en nosotros, siendo propiamente la más nuestra, como ninguna".

-"La ternura es sensibilidad es una forma de pasión que no escatima la determinación, que elude toda violencia, que es aproximación, cercanía, que acaricia sin necesidad de poseer. Es radicalmente compatible con la firmeza, incluso con la contundencia. Es una forma de vivir, una relación que no busca adueñarse o apropiarse de alguien, pero que cautiva. Más bien desea una cuidada y sosegada complicidad, una implicación, participación y búsqueda comunes. La ternura conlleva un demorarse, un saber detenerse en algo con alguien y no tener los afectos y ser capaz de sentir el compás de sus latidos singulares".

-"Encontrar ternura en momentos decisivos de la vida puede no solo aliviar sino dar sentido a una situación".

-"La ternura acaricia, en efecto, pero también abraza. Toca como toca una palabra, un pensamiento, un deseo".

-"En cierto sentido, siempre estamos de despedida. Incluso en el momento de conocernos bien sabemos que, tarde o temprano, nos separaremos, quizá sin palabra alguna. Por eso, la generosidad que exige el amor es la de asumir que no cabe retención, que no nos tendremos jamás".

-"El corte se presenta en toda su crudeza. No hay nada que hacer, salvo aprender a vivir en esa carencia que abre la vida y la marca, definiendo los tiempos irremisiblemente en un antes y un después".

-"Querer a alguien es saber que puede perdérsele, que se habrá de perder. La muerte exige comprender que hemos de vivir sin los que más nos faltan, los que con su ausencia dan otra dimensión a nuestra presencia. Son los que se nos han ido pero están ya siempre constituyéndonos".

-"No solo nos faltan quienes no están ya sino también quienes no están todavía. Podemos echar de menos a quienes no conocemos ni probablemente conoceremos en tanto que restan por venir. Aunque quizá estemos a tiempo. Tal vez lleguen encontrándonos vivo".

-"El modo de acariciar firma el modo de ser. No se trata de imprimir en el otro nuestra huella dactilar, sino de que deslicemos las yemas de los dedos. Solo así tocaremos lo intocable".

-"Los arañazos no son exactamente las cicatrices. No siempre dejan marcas en el cuerpo, aunque labran surcos en la memoria, muescas en el alma".

-"No solo es lo que se nos niega. En ocasiones, es lo que no nos permitimos. Y ni siquiera es que no nos lo podamos conceder. A veces es falta de decisión, pero no siempre".

-"La mirada desviada, la carta no escrita, la llamada no recibida, la mano retirada, la ocasión perdida, el abrazo baldío...,  corren en líneas paralelas arando como escritura los trazos".

-"Los avatares cotidianos dejan en nuestra alma un temblor sin alivio, una incisión de lo que abandonamos, de lo que nos abandona, de lo que no volverá y se ha quedado marcándonos y así retorna una y otra vez".

-"Los rasguños no acaban con nosotros, pero nos hacen quizá penar".

-"Somos aquello hacia lo que vamos, lo que perseguimos, aquello por lo que luchamos, y sentir el calor del corazón, un cierto insomnio del deseo, alienta y promueve nuestra acción".

-"La amistad es la pasión de las pasiones, la que vértebra y abriga de modo habitable un conjunto de sentimientos, emociones y acciones de forma razonable".

-"El erotismo es la capacidad de dar incluso aquello de lo que uno carece".

-"La soledad es también la ausencia del otro. Y si uno se descuida, la ausencia de uno mismo".

-"A veces buscamos la soledad de un cierto retiro, de una determinada distancia, de un alejamiento de tantas y tantas actividades, que más bien consumen la vida o producen nuevos desgarramientos. Ese silencio es un  requisito indispensable del equilibrio, pero es un silencio buscado".

-"Solo quienes están y se sienten solitarios pueden algún día encontrarse".

-"El afecto, el amor, la amistad no eliminan la soledad, la hacen soportable. Sentirse acompañado en ella es un regalo de la vida. Es la soledad sin vida, sin acompañamiento, la que produce deterioro y una tristeza y un aburrimiento sustanciales".

-"Somos en soledad, pero podemos vivirla fecundamente con los demás".

-"En la oscuridad es complicado olvidar. Todo ofrece otra densidad, otra intensidad".

-"Lo duro no es el insomnio, lo tremendo es la lucidez".

-"No poder dormir es no poder vivir. Pero hay algo peor. Si no dormimos, no podemos soñar, no podemos despertar".

-"No resulta fácil asumir las debilidades, los errores, las cobardías de la vida cotidiana".

-"Es descorazonador estar con alguien sin posibilidad de crecer juntos".

-"La soledad puede resultar fructífera; el aislamiento, en ningún caso".

-"Tanto madrugar para no amanecer".

-"En las llamadas apariencias también aparece lo que uno es, lo que desea, lo que juega, lo que viene a ser".

-"En ocasiones, decimos o lamentamos o pedimos de corazón. Así, no solo subrayamos una insistencia, llevamos algo prácticamente al límite de sus posibilidades, y de las nuestras. Y damos del todo las palabras y nos damos del todo en ellas. Si es de corazón, no es algo fingido o solo aparente, si es de corazón, no es casual o coyuntural, si es de corazón, es tan verdadero que de hecho constituye una donación. Es una entrega, no una atolondrada o cursi claudicación".

-"Al decir de corazón, corremos la suerte de lo dicho y en ello nos jugamos lo que somos, incluso quiénes somos".

-"Cuando duele el alma, los ojos no destellan necesariamente tristeza. En ocasiones, miran con más vehemencia, como deseando materializar un objeto, una causa, un problema, algo que afrontar, como deseando comprender. Es la entrada intensa del vacío, de otra forma de soledad. Es como si hubiéramos extraviado algo que quizá nunca poseímos, como si, abandonados, nos halláramos perdidos y solo así, perdidos, nos encontráramos a nosotros mismos y, más aún, pudiéramos reconocer que no cabe la fuga. Necesitamos un abrazo terapeuta, una palabra medicamento, una alegría. El alma dice y escucha. Y, en efecto, espera, tantas veces dolorida".

-"Ser valeroso es el arrojo, la implicación, la decisión. Necesitamos seres con coraje personal, con coraje público. Y empieza porque seamos capaces de cuestionarnos a nosotros mismos. Para lograrlo, se requiere entereza, que es literalmente la misma palabra que integridad".

-"La valentía radica, no en la precipitación, ni en la insensata actividad, sino en la capacidad de reconocer y afrontar las propias fragilidades, incluso debilidades, nuestros límites y limitaciones, de desafiarse a sí mismo, y decir lo que uno desea, busca y piensa, hacerlo valer, hacerse valer, ser capaz de dar valor, de participar en la creación de otros modos de vida. Pero solemos vivir rendidos, entregados a lo que parece habernos tocado en suerte, amarrados a lo que tenemos. Y ello nos produce tristeza, que es un fruto de la precipitada resignación".

-"Lo más tremendo no suele ser la envidia que alguien nos da, lo más terrible es la envidia que le tenemos. En la envidia que nos da comprobar lo que le sucede a otro hay algo de deseable, de admirable, una cierta voluntad de ponernos en su situación".

-"La envidia nos destruye, nos paraliza, nos desalienta, nos hace incapaces para el goce con lo ajeno y nos impide la propia dicha. Con ella, resultamos siempre grises, con una amargura que hiere sin cicatrizar jamás. No es el deseo del mal ajeno, es la imposibilidad de alegrarnos con su bien. Nos entristece".

-"Cada cual tiene sus propias horas malas. Que también constituyen para cada uno la ocasión para valorar las demás".

-"A veces, solo el placer y el dolor, en todas sus modalidades, nos despiertan junto a este amigo entrañable tan nuestro que somos nosotros".

-"La atracción se desenvuelve por caminos no siempre previsibles".

-"Tocar y sentir el tiempo en uno mismo, experimentar el rastro de los acontecimientos y preservar el aroma de lo que está aún por vivir hace que el cuerpo sea también el cuerpo por venir, aquel hacia el que vamos, aquello que perseguimos, que deseamos, que soñamos. Solo si queremos en nosotros lo vivido, resultará atractivo lo que nos espera".

-"Con los años, el cuerpo puede saber amar porque sabe dejarse querer. No es el espejo el que nos ofrece nuestra realidad, es la mirada del deseo del otro. Y esa pasión incorporada ofrece la contundencia de lo inaudito, la alegría de una risa y un placer compartidos".

-"Nada es más exigente que encontrarse diariamente con que uno ha de soportarse. Estamos poblados de frustraciones y de culpa. Y no exclusivamente por las cosas hechas mal, sino por tantas otras desatendidas, no cumplidas, olvidadas, descuidadas".

-"El mayor de los pesares suele obedecer a lo no hecho, por indecisión, por torpeza, por vagancia o, incluso sencillamente, por esa dejadez tan activa que nos impulsa a vernos acunados por los acontecimientos, adormilados por lo que nos pasa".

-"Cada día hemos de decidir reconociendo que lo elegido, siquiera en el modo de una indiferencia, nos acompaña siempre. Hemos de saber que quizá lamentaremos no haber estado a la altura de las circunstancias, en definitiva no haber sabido querer y, ni siquiera, querernos".

-"Abrazar nuestras carencias no es cómodo. No hacerlo es suicida".

-"Quien no se quiere es peligroso. Quien se gusta demasiado también. Este es el desafío: quererse sin, tal vez, gustarse".

-"La tristeza nos toma y nos tiene sin dejarse decir por palabra alguna, aunque las impregna y habita. Su humedad, apenas perceptible, está compuesta de múltiples pérdidas que anuncian la posibilidad suprema de alguna fatalidad poco espectacular. Es una premonición, una anticipación, la de una despedida definitiva. Nos vamos, nos iremos".

-"Defraudarse exige asumir con sencillez que no siempre las sorpresas son agradables".

-"Perdonar al otro es complejo, y no menos perdonarnos a nosotros mismos. No atendemos a los efectos de nuestras acciones, no velamos por ellas, al amparo de que son auténticas y sinceras".

-"Un gran pacto de indiferencia no ha de identificarse con el respeto mutuo. En ocasiones, el daño producido es incontrolable. Y el que recibimos, también".

-"Entre la variedad de formas de lo que denominamos no perdonar se encuentra el recrearnos en el daño padecido y el alimentar un cierto rencor".

-"Pedir perdón no es solo enunciarlo, es padecer nuestro propio rayo que ha atravesado el corazón de alguien hasta dañar su vida y es luchar, dentro de lo posible, por eludir ese mal".

-"Es necesario escribir. No está mal hacerlo a mano. En semejante gesto va derramándose uno poco a poco, dejándose, dándose".

-"Ciertamente leer es reescribir y escribir es leer un libro nunca escrito".
-"Diariamente, al atardecer me escribo, y leo mi vivir, y me digo con una audacia improbable. Ahora comprendo qué quiere decir "conmigo" y por qué. por eso, me gusta estar "contigo".

-"Las mentiras son muy elocuentes. No tanto por lo que desvían o fingen sino por lo que desvelan y revelan. En cierto modo, resultan delatoras y transparentes".

-"Cuando nos encontramos con alguien que dice lo que hace y piensa lo que dice, estamos no solo ante alguien veraz, sino concretamente con quien dice de verdad".

-"La mentira es fundamentalmente un modo de vivir. A veces comprensible, pero ni aconsejable ni gozoso".

-"Hablar es una forma de escuchar. Al menos, si se trata de decir. Si no escuchamos, no decimos".

-"Siempre ha sido interesante y necesario ponerse en el lugar del otro. Y no tanto saltando desde nuestra posición a la suya, cuanto haciendo que la nuestra esté tejida y constituida también por la palabra ajena. Es cuestión de decirle a él, pero, sobre todo, de decir con él. Ello exige tratar de comprender sus razones y de no aferrarse simplemente a lo que ha dicho".

-"Abrazar su peripecia de vida, sin avatares, venturas y desventuras es la forma primordial del escuchar. Cuando esto sucede, no nos limitamos a interesarnos por lo que cuesta, sino por él, por ella".

-"Escuchar es un modo supremo del querer".

-"Todo está habitado por despedidas, por separaciones. Y no solo porque nunca estamos suficientemente cerca. Nos vamos. Se van. Tal vez la madurez se alcanza cuando se comprende hasta qué punto no podremos acampar en la vida con todos cuantos nos son gratos".

-"Los caminos más soportables pasan por un desprecio de sí mismo o de aquel o aquella de quien nos despedimos o separamos. Incluso el rencor parecería el itinerario menos complicado. Despreciar facilitaría supuestamente todo".

-"Renacer cada día no es nacer cada vez".

-"Solo sobre la propia vida cabe alzar otra que tenga que ver con uno. No sobre la vida de otro, o de otra, y meno aún, contra él o ella".

-"Una alegría no lo es tanto si no hay con quien alegrarse".

-"Lo que más me gusta es el árbol que habla, es el único que da fruto doble. En él se puede distinguir entre el silencio y el mutismo. Porque un hombre con el corazón henchido de mutismo y otro con el corazón henchido de silencio no se parecen en nada".

-"En ocasiones cultivamos el silencio con alguien. No por ello dejamos de decirnos. Respondemos, a veces, con un elocuente silencio. No hablamos, pero decimos".

-"Escuchar con alguien es generar posibilidades al silencio".

-"Tal vez, en un sencillo lugar, sin demasiados acontecimientos, descubrimos que es agradable su compañía. Y que no es que ocurra nada deslumbrante, pero es tan placentero que podría pensarse que se está cómodo con él, con ella".

-"Viajar con alguien y disfrutar de lo inclasificable de la peripecia es ya decirse conjuntamente, aunque nada se hable al respecto. Volvemos tal vez fatigados, pero con otro aire, el que en común respiramos. Nunca olvidaremos, quizá no le olvidaremos. Porque ya es memoria compartida".


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