Autor: Alberto Vázquez-Figueroa
Editorial: Martínez Roca
Año: 2012
Páginas: 224
Género: Drama
Sinopsis: Durante una conferencia sobre el futuro del libro digital, Mauro Balaguer, editor de larga trayectoria profesional, se ve abordado por una elegante y bella anciana que le hace entrega de una tarjeta en cuyo reverso aparece escrito en rojo "La bella bestia", al mismo tiempo que, mostrándole un tatuaje, le comenta: "Fui su esclava y esta es la prueba. Si quiere más detalles, llámeme". Intrigado y fascinado por lo que intuye pueda ser su último gran éxito editorial, Balaguer aplaza todos sus compromisos e inicia una intensa relación con la anciana a fin de conocer una historia única y sobrecogedora: la de Irma Grese, más conocida por "La bella bestia", celadora-supervisora en los terribles campos de concentración y exterminio de Auschwitz, Bergen-Belsen y Ravensbrück. Hermosísima, sádica, violenta y organizadora de miles de ejecuciones de mujeres y niños, Irma tuvo el dudoso honor de ser juzgada, condenada y ejecutada por "crímenes contra la Humanidad" cuando acababa de cumplir veintidós años. La anciana le contará a Balaguer cómo la conoció y cómo la obligó a convertirse en confidente, sirvienta, cocinera y esclava sexual.
-"Me indigna la hipocresía de esa gente que clama por encontrar el lugar en que los de uno u otro bando enterraron a sus abuelos pero ni siquiera se molestan en visitar a sus padres".
-"Cuanto más gorda es la mentira, con más facilidad cuela".
-"Está comprobado que somos capaces de controlar nuestras manos, nuestra lengua e incluso nuestros sentimientos, pero no nuestra memoria, que actúa a su libre albedrío cuando y como le apetece".
-"La impunidad vuelve valientes a los cobardes y osados a los pusilánimes".
-"El día en que los cobardes y los pusilánimes alcanzan el poder, lo destruyen todo, y un claro ejemplo lo tenemos en nuestros propios políticos, que son enanos que se suben los unos en los hombros de los otros intentando parecer hermosos gigantes cuando en realidad no son más que ridículos cabezudos".
-"El odio es mala cosa. Muy mala, excepto cuando te sirve para sobrevivir".
-"De cada dos generaciones los políticos le han robado el futuro por lo menos a una, aunque los de ahora ni siquiera tienen la grandeza de los tiranos que me arrebataron el mío: estos son mentecatos de tercera fila incapaces de pegarse un tiro en la cabeza".
-"Cuando nada se tiene, lo poco se aprecia".
-"El tiempo acaba por borrar los rostros de aquellos a quienes se ha amado y conviene que con el paso de los años el odio desaparezca de igual modo porque es un buen amante a la hora de ayudarte a luchar por tu vida, pero un mal esposo con el que compartir el resto de esa vida".
-"Cuando alguien advierte que no le escuchan cuando habla, se siente ridículo, pero cuando advierte que no le leen cuando escribe, se siente humillado".
-"Existen espejos en los que las personas pueden mirarse y comprender que no son hermosas, pero no existe ningún espejo en el que puedan mirarse y admitir que no son inteligentes".
-"Venganza es una palabra fuerte y a menudo cruel que suele encerrar una especie de valiente llamada a la justicia, pero a pesar de que aspire a significar lo mismo, "represalia" se me antoja una palabra mezquina que tan sólo encierra el ansia de causar daño. El problema estriba en que cuando se pasa de cierta cantidad de muertos se impone la ley del ojo por ojo y a nadie le preocupan las diferencias semánticas".
-"Curiosamente, y aunque exija un mayor esfuerzo, todo el mundo está dispuesto a la hora de izar banderas, pero rara vez a la hora de arriarlas".
-"Quienes dictan las leyes casi siempre saben que las hacen para que las cumplan otros".
-"Quien tiene el poder tiene el dinero, quien tiene el dinero aspira al poder, pero quien solamente tuvo el poder solamente aspira a tener el dinero".
-"El inteligente admite sus errores, el mediocre intenta ignorarlos y el miserable culpa a otros".
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