sábado, 17 de abril de 2021

Los pilares de la Tierra 1: Los pilares de la Tierra

 

Autor: Ken Follett

Editorial: Círculo de Lectores, S.A.

Año: 1998

Páginas: 1053

Género: Narrativa histórica

Sinopsis: El autor nos transporta a la Edad Media, a un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente, en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una catedral gótica.

Citas:

-"Cualquier imbécil puede tomar parte en una pelea, pero el hombre prudente sabe mantenerse lejos de ellas".

-"El bosque les daba cuanto necesitaban, siempre que anduvieran con cuidado y almacenaran suficientes manzanas, nueces y venado ahumado o en salazón para los meses de invierno. Ellen pensaba a menudo que si no hubiera reyes, señores, arzobispos ni sheriffes, todo el mundo podría vivir como ellos y ser perfectamente feliz".

-"Las catedrales eran las construcciones más costosas del mundo, mucho más que palacios y castillos, y habían de hacerse merecedores de su mantenimiento".

-"Los vivos han de ocuparse de los vivos".

-"Dormiría en la misma habitación que los monjes: era la manera más sencilla y efectiva de evitar pecados de impureza".

-"La castidad había constituido siempre parte esencial del estilo de vida monástica, pero nunca le había sido impuesta a los sacerdotes. Los obispos tenían amantes y los párrocos amas de llaves. Al igual que con la prohibición de pensamientos pecaminosos, el celibato clerical era una ley demasiado dura para ser obedecida. Si Dios no pudiera perdonar a los sacerdotes lascivos habría muy poco clero en el cielo".

-"Los golpes forman parte de la vida".

-"Debería comprender que no podía formar parte de una familia y al mismo tiempo hacer su santa voluntad".

-"Cuando Agnes vivía jamás se le ocurrió pensar en lo afortunado que era de tenerla y tampoco le había mostrado agradecimiento. Pero ahora que estaba muerta la echaba de menos y se sentía avergonzado de no haberle prestado más atención".

-"No pasaba un solo día sin que cualquier pequeño incidente la trajera vívidamente a su mente. Acudía a su mente en los momentos más extraños sin ser solicitada".

-"Nunca jamás volvería a ser tan cándido, tan agresivo, tan hambriento o tan fuerte como lo había sido cuando por primera vez se enamoró".

-"Jamás vacilaba. Era una persona que cuando tomaba una decisión la cumplía hasta el fin".

-"Los monjes cometían los mismos pecados que la gente corriente".

-"Cuando estés a punto de recibir una negativa, trata de lograr un aplazamiento".

-"Deseaba que alguien que la quisiera la rodeara con sus brazos y la consolara".

-"Estaba resuelta a no dejar que la gente hiciera de ella una víctima y se había demostrado a sí misma que podía mantenerse firme en su resolución".

-"Tener fe en Dios no consistía en sentarse sin hacer nada. Significaba creer que uno podía lograr lo que se proponía, haciéndolo lo mejor que pudiera con honradez y energía".

-"Quería decirle: "Te he echado de menos. No puedes ni imaginar cuánto te he echado de menos", y casi estuvo a punto de hacerlo, pero no se atrevió".

-"Lo único que me ha mantenido con fuerzas para seguir adelante ha sido la esperanza de que volverías. No puedo soportar vivir sin ti. No cierres las puertas del paraíso. ¿No te das cuenta de que te quiero con todo mi corazón?".

-"Se dio cuenta de que, en una guerra civil, la primera baja era la de la justicia".

-"Ser monje era el estilo de vida más extraño y perverso que cabía imaginar. Pasaban la mitad de su vida sometiéndose a dolores e incomodidades que podían evitarse con facilidad, y la otra mitad farfullando galimatías sin sentido en iglesias vacías a todas las  hora del día y la noche. Rehuían de forma deliberada todo cuanto fuera agradable: chicas, deportes, fiestas y vida familiar".

-"Los monjes no tenían pertenencias personales y tampoco dinero propio, pero vivían más bien como señores que como campesinos. Disfrutaban de buena comida, de ropa caliente y de hermosas casas de piedra para vivir".

-"Renunciar a la felicidad es como arrojar piedras preciosas al océano".

-"Quien correr se propone a caer se dispone".

-"Le conmovió hasta tal punto el sacrificio que quería hacer por ella que se le saltaron las lágrimas. Nadie la había amado así nunca y nadie más lo haría jamás. Pero no estaba dispuesta a que Jack renunciara a lo que más le gustaba hacer".

-"La herida llegó a curarse, le había dejado una cicatriz, como siempre pasa con las heridas profundas".

-"Hasta las personas más crueles tienen algún escrúpulo".


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