viernes, 30 de abril de 2021

Un sombrero lleno de cerezas

 


Autor: Oriana Fallaci

Editorial: La esfera de los libros, S.L.

Año: 2009

Páginas: 833

Género: Narrativa histórica

Sinopsis: Fascinante saga que nos lleva desde el último tercio de siglo XVIII hasta finales del siglo XIX y permite a la autora regalarnos un retablo de personajes inolvidables que pueblan la Italia revolucionaria de Napoleón, Mazzini, Garibaldi o Víctor Manuel II. Personajes como Carlo, que quería plantar vides y olivos en la Virginia de Thomas Jefferson; Francesco, marino y negrero; Giovanni, soldado, revolucionario y obsesivamente enamorado de Teresa; Giobatta, aspirante a escultor y que acabó participando como voluntario en la sangrienta batalla de Curtatone y Montanara. Y es también la historia de mujeres tan indómitas como Caterina, quien, para que su futuro esposo, Carlo Fallaci, pueda identificarla, acude a la feria de Rosía con un sombrero lleno de cerezas y con la única esperanza de que el hombre que la despose le enseñe a leer y a escribir

Citas:

-"Si tuviéramos que tener en cuenta todas las dificultades que hay que afrontar en la vida no nos levantaríamos de la cama, es más, no vendríamos al mundo".

-"El dolor induce a hacer promesas que luego no pueden mantenerse".

-"Cuanto menos se sabe, menos se sufre".

-"El mal nunca está en una parte sola, y el que lo combate lo produce o lo producirá a su vez. No raramente, en la misma medida y con los mismos medios".

-"Con veintiún años, el futuro es un don que no hay que desaprovechar con represalias".

-"El odio es. realmente, un sentimiento tan fuerte como el amor. Al igual que el amor puede, realmente, desviar el curso de los ríos y mover montañas. Y si brota de una gran injusticia sufrida, de un gran dolor, puede obrar milagros que ni siquiera el amor conoce".

-"Un intervalo o un limbo en el que la Muerte, ya en camino, avanza en ralentí, por lo que mientras la esperas y observas cómo viene hacia ti poco a poco, tienes todo el tiempo del mundo para hacer dos cosas. Apreciar la vida, es decir, darte cuenta de lo hermosa que es hasta cuando es horrible, y reflexionar sobre ti mismo y sobre los demás: sopesar el presente, el pasado, lo poco que te queda del futuro".

-"El tiempo le había hecho madurar como a un buen vino, que, al envejecer, se libera de sus impurezas y cambia de color, muda de sabor".

-"A los dieciocho años la llamada de la vida es irresistible".

-"Por amor se puede hacer realmente todo. Incluso traicionarse a uno mismo".

-"Un intento de violación también es una violación. Si la violencia no ultraja tu cuerpo, ultraja tu mente, te la ensucia, te la deja herida con una pesadilla que no puedes olvidar".

-"El respeto a la persona física y moral del enfermo es un supremo deber médico y humano".

-"Las grandes desgracias empujan con frecuencia a tomar decisiones equivocadas".

-"El que se entrega a la política de buena fe y no por ansia de poder o de gloria, el que piensa que a través de la política puede realizar el sueño inalcanzable de conseguir un mundo realmente libre y justo no se expone sólo al peligro de acabar en la cárcel o en el patíbulo. Se arriesga también a padecer el no reconocido martirio llamado Desilusión. Y la desilusión nos vuelve áridos. Desmorona".

-"En las plazas de este planeta falta otro monumento. A las impávidas mujeres que las guerras las libran sin llevar fusiles, escapando bajo las bombas con sus niños en brazos. A las heroicas mujeres, a las épicas madres que vencen batallas luchando ellas solas contra el miedo y el dolor".

-"Las mujeres tienen los mismos deseos que los hombres, la misma capacidad mental, las mismas necesidades físicas e intelectuales".

-"Hay cosas que no pasan en vano por un alma en flor. Para bien o para mal, dejan una huella, una marca".

-"No hay nada que hiera, envenene, enferme tanto como la desilusión. Porque la desilusión es siempre un dolor que deriva de una esperanza desvanecida, una derrota que brota siempre de la confianza traicionada, es decir, del cambio de chaqueta de alguien o de algo en lo que creíamos".

-"Los vetos, los moralismos, no apagan los deseos. Si acaso los encienden, los exasperan".

-"Quien ama ciegamente confía en que la persona amada corresponda a su amor. Con esta esperanza vive, espera, se ilusiona. No ve lo que debería ver, es víctima de malentendidos con frecuencia crueles".


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